Ya estamos viendo que esta pandemia se está volviendo una crisis global sin precedentes, con graves consecuencias para la salud y la actividad económica en todo el mundo.
Pero el COVID, lo más probable es que tenga un impacto temporal, hasta que
se pueda controlar mediante fármacos, vacunas, etc.
Sin embargo tenemos otra calamidad encima que esa persistirá y, por mucho, no es otro que el cambio climático.
Ojalá esto se pudiera retrasar, pero lo tenemos tan encima que no es posible y tenemos que tomar medidas de manera contundente. Hay mucha gente que está hablando que este brote es una señal para hacernos ver que no estamos en el rumbo correcto y tenemos que dar un giro al timón para enderezar el curso de la vida de nuestro planeta por el bien de todos.
El sector energético está sintiendo el impacto de Covid-19.
El virus ha contribuido a una disminución en el consumo energético, con lo que la demanda de petróleo es mucho menor,
como consecuencia ha provocado la caída de los precios y la reducción de su producción,
en especial a raíz de la guerra de precios entre la OPEP y Rusia.
Podemos observar una evolución similar en la demanda en el sector eléctrico y a raíz de esto también habrá reducciones.
Esta pandemia está retrasando o deteniendo la construcción de nuevas instalaciones
energéticas.
Muchas empresas se han visto afectadas y se ven obligados a reducir gastos
en todo lo que puedan y eso afecta considerablemente a nuevos proyectos
o el estancamiento de otros.
Y no solamente las empresas directamente involucradas en el sector, sino las empresas
terceras que proporcionan material, no pueden suministrarlo por los mismos motivos
y muchas de estas se han visto obligadas o han tomado la decisión de destinar
sus recursos para apaciguar esta pandemia.
En el caso de las energías renovables nos encontramos que China es el principal
productor de muchas tecnologías de energías limpias, pero también es uno de los países
más afectados y esto está provocando retrasos y hace que las empresas
no puedan cumplir con sus plazos.
La interrupción social y económica provocada por los efectos
de la pandemia del COVID-19 está teniendo serias repercusiones en la industria de la
energía solar fotovoltaica a nivel global, tanto en términos de operaciones diarias
como de inversiones a largo plazo.
Pero el sector está preparado para reanudar su actividad después del desbloqueo y seguir con la
tendencia de crecimiento a largo plazo y contribuir
a una recuperación económica verde que protege el clima,
crea empleos y asegura un crecimiento inclusivo.
La condición actual de la industria fotovoltaica y las perspectivas sobre cómo avanzar desde
la actual situación es muy exigente y requiere de la cooperación de los gobiernos, las instituciones y
las empresas de energía solar fotovoltaica.
Estas empresas están a la expectativa de ver
las propuestas y herramientas que desde el gobierno van a implementar
para ayudarlos a volver a trabajar y retomar sus actividades e
instalaciones de la manera más rápida y gradual posible.
Por parte de los empresarios esperan que desde el gobierno les ofrezcan una serie de ventajas como:
desgravación fiscal para las instalaciones de energía solar fotovoltaica,
financiamiento estatal, créditos fiscales para las empresas, menor burocracia y cargas administrativas para acelerar
las inversiones.
En resumen, se busca que desde el país se incentive y ayude a potenciar estas energías con planes de choque
y más en momentos donde la electricidad por su baja demanda puede llegar a mínimos históricos.
En estos momentos los gobiernos se centran correctamente en la emergencia sanitaria, pero deben permanecer atentos a la seguridad eléctrica y salvaguardar los activos vitales.
En estos tiempos extraordinarios, podemos administrar sin muchas cosas, pero no podemos administrar ni cuidar sin electricidad.
No se sabe con certeza si el COVID ayudará a la transición energética, esto depende más de las medidas políticas y el camino que se tome después de esta pandemia. Pero uno de los hechos más seguros de la transición energética es que necesitamos que suceda lo más rápido posible para evitar los efectos catastróficos del cambio climático.
A grandes rasgos, lo que debe suceder para hacer posible la transición es: Combinar eficiencia radical con energía renovable para descarbonizar la electricidad, electrificar casi todo y usar alguna variedad de hidrógeno y otras tecnologías para todo lo demás.
Por supuesto, realizar este enorme cambio en la infraestructura energética será un desafío, pero también será beneficioso a largo plazo.
Gracias a la fuerte disminución de las emisiones en los últimos meses debido a los efectos de la pandemia, estamos obteniendo una visión de lo que podría ser posible en un sistema de energía con menos emisiones. Proporcionaría muchos beneficios inmediatos para la salud, como la reducción de la contaminación, una energía más confiable y resistente.
A medida que nos recuperamos de la crisis pandémica, es esencial que reconstruyamos mejor y más conscientemente. Necesitamos crear un sistema de energía limpia más resistente y sostenible para reducir el riesgo de enfrentar otra crisis que podría traer el tan temido cambio climático.
La caída en las emisiones CO2 asociadas con COVID-19 es la mayor caída de emisiones desde la Segunda Guerra Mundial.
Al prohibir la mayoría de desplazamientos y confinar a la gente en sus casas, hemos visto que COVID-19 puede ser el inicio de un cambio en los desplazamientos y el transporte de forma permanente, optando por alternativas más limpias como vehículos eléctricos, bicicletas, etc.
A su vez, hemos podido comprobar que el teletrabajo, incluso a tiempo parcial, puede ser la nueva normalidad.
Por todo esto la congestión del tráfico se ha vaporizado y
ha provocado ver ciudades con un cielo tan azul como no se veía en años.
El medio ambiente es resistente y las personas también lo son, pero todo tiene un límite y más vale no forzarlo.
Parece increíble, pero pueden venir cosas buenas de COVID-19 hemos parado
unos meses y el planeta parece vivir otra vez, aprovechemos este empujón y ¡no volvamos a cometer los mismos errores!
Esperamos que toda esta información te haya servido de ayuda para saber un poco más sobre la repercusión del CORONAVIRUS en las energías.
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